Es la ciudad más cosmopolita de Asia Central. Una metrópolis moderna, vibrante, con una enorme y variada oferta cultural. Aunque desconocida para buena parte del mundo occidental, Almaty ya impresiona desde el aire. Cuando el piloto del vuelo de Astana Airlines anunció que el avión estaba próximo al aterrizaje, por la ventanilla pude apreciar la impactante cordillera de Zailysky Alatau, conocida en español como las montañas celestiales con sus picos nevados de casi cuatro mil metros de altura, sobre cuyas laderas se ubica la urbe más popular de Kazajistán, capital de esta exrepública soviética hasta 1998, y el centro económico, turístico y cultural.
Emprendí el viaje como parte de mis actividades profesionales, interesado en conocer de cerca el clima en el que se practica el periodismo en un país donde prevalecen serias limitaciones para ejercer la libertad de expresión. Kazajistán tiene un sistema de gobierno que estuvo signado durante décadas por el culto a la personalidad encarnada en el liderazgo de Nursultan Nazarbayev, quien abandonó la presidencia en 2019 luego de casi 30 años, pero aún sigue manejando los hilos del poder después de haber sido proclamado líder con inmunidad vitalicia.